No obstante, aunque en todos los medios occidentales hay informes lamentando el flujo de inmigrantes, "en ninguna parte hay referencia alguna a la causa del problema", agrega el autor. Mientras tanto, prosigue Paul Craig Roberts, los mismos Gobiernos europeos y "sus poblaciones indiferentes" son los responsables de sus problemas con el flujo de inmigrantes.
"Durante 14 años, Europa ha apoyado el militarismo agresivo de Washington, que ha asesinado y dislocado a millones de personas que nunca levantaron un dedo en contra de Washington", explica el economista. A su juicio, "la destrucción de países enteros como Irak, Libia y Afganistán, y ahora Siria y Yemen, y la continua masacre estadounidense de civiles pakistaníes con la complicidad total del Gobierno pakistaní corrupto y traidor, produjo el problema de los refugiados que los europeos imbéciles trajeron sobre sí mismos". "Europa merece el problema, pero no es suficiente castigo por sus crímenes contra la humanidad al apoyar la hegemonía mundial de Washington", afirma el columnista
El problema, según él, es que en el mundo occidental, "la indiferencia reina tanto sobre los Gobiernos, como sobre la gente". "Del mismo modo que los idiotas europeos crean sus propios problemas con los refugiados, los idiotas estadounidenses crean sus propios problemas terroristas", lamenta el autor, añadiendo que "es un sinsentido" que parece no tener fin. Cuando los grupos de interés controlan a los políticos
En su artículo, el economista crítica también la agresión y las falsas acusaciones de Washington y de la Unión Europea contra Rusia. "EE.UU. opera sobre la base de teorías que a priori justifican los prejuicios y los deseos estadounidenses", opina el autor, aseverando que "esta es una receta para la guerra, los desastres, y la desaparición de la humanidad". Sin embargo, aunque en EE.UU. hay "comentaristas que realmente creen que un presidente puede cambiar las cosas", la verdad es que "en la política estadounidense, los grupos de interés son más poderosos que los políticos electos", sostiene Roberts
. En este sentido, revela que "los intereses privados fueron apoyados por la decisión del Tribunal Supremo republicano de que comprar al Gobierno de Estados Unidos por el dinero de las corporaciones es el ejercicio constitucionalmente protegido de la libertad de expresión".
"Para ser completamente claro, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que los grupos de interés organizados tienen el derecho de controlar al Gobierno de Estados Unidos", detalla el experto. "En virtud de esta decisión de la Corte Suprema, ¿cómo puede EE.UU. pretender ser una democracia?
¿Cómo puede Washington justificar sus asesinatos genocidas con 'llevar la democracia' a los diezmados?", se pregunta el analista y concluye: "A menos que el mundo despierte y se dé cuenta de que el mal total lleva las riendas en Occidente, la humanidad no tiene futuro".